¡Eres más feliz de lo que crees!

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Por: Pily Milego de Sáastah conecta con tu luz

 

¿Cómo cuantificar la felicidad? ¿Existe un termómetro para medirla? Descubre cuál es el proceso de transferencia de felicidad en tu cuenta emocional, podrías llevarte una gran sorpresa al observar el balance.

 

Muchas personas se preguntan: ¿cuál es el secreto de la felicidad? ¿Cómo puedo alcanzarla? ¿Quién me puede ayudar a ser feliz? Y buscan afuera en lugar de ver hacia adentro, para descubrir altas probabilidades de ser más felices de lo que creen ser.

La mayoría de hombres y mujeres vivimos con un sordo dolor de insatisfacción, nos auto saboteamos, somos una fuente ambulante de pensamientos negativos y tendemos a creer, que cualquier persona tiene mayor prosperidad a la nuestra, como dice el dicho popular, pensamos que el pasto del vecino siempre es más verde.

Seremos más dichosos en la medida en que comprendamos, que la felicidad no es algo que se puede obtener así de golpe, en una sola dosis y dura para toda la vida. Se compone de un cúmulo de instantes felices, momentos que te hacen

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sentir “cosas bonitas” y pleno. Cuando miras atrás y te das cuenta de que durante toda tu vida has tenido mayores venturas que sinsabores, el balance de tu cuenta emocional es positivo y puedes concluir que eres una persona feliz, ¡incluso más de lo que crees!

 

Camino a la felicidad

Te comparto 15 puntos capaces de lograr que tu vida esté llena de satisfacción:

1. No te quejes constantemente, date cuenta de lo afortunada que eres, por tu valía y lo que has logrado.

2. Alégrate, por las cosas buenas que la vida te ofrece a diario, algunas sólo serán momentos efímeros, pero suman.

3. Ventanas de oportunidad, son los pequeños contratiempos o las cosas sin importancia, que te sacan de quicio. Dale a cada cosa su lugar y ponlo en perspectiva, verás que no es para tanto el drama que estás haciendo.

4. No busques el arco iris, descubrirás que todo lo que realiza o dejas de hacer va en función de lo que crees que te hará más feliz. La meta no es buscar una piel fabulosa, un cuerpo que quite el aliento, un gran amor, un súper puesto en el trabajo ¡la verdadera meta es ser feliz!

5. Desarrolla el “músculo de la felicidad”, es parecido a estar en forma, trabaja una rutina emocional, que te permita valorar todo lo bueno que te pasa y observarás, como se generan más momentos felices, incluso serás capaz de notarlos.

6. Cuida tu interior, necesitas tener un balance entre tu aspecto exterior o físico. Presta mayor atención a tu salud, belleza, apariencia; pero, también es muy importante te ocupes de la parte emocional, de cómo te sientes por dentro.

7. No te flageles, supera las cosas que no salieron como tú lo planeaste y dale la vuelta a la hoja.

8. Cuida tus pensamientos, sobre todo aquellos que tienen que ver contigo mismo, con la forma en cómo te ves, o te hablas, etcétera. Asegúrate de que en los monólogos internos, te dediques sólo palabras positivas, alentadoras y compasivas hacia ti mismo.

9. Enfrenta, los conflictos con una actitud sana. Deja atrás los pensamientos autodestructivos, notarás como empiezas a manejar una energía positiva y te llenas de optimismo.

  1. Satisfacción a largo plazo, en ocasiones te planteas metas que te hacen feliz por momentos, que durarán pocos días y pronto te sentirás incompleto. El dinero y el éxito no te dan la felicidad infinita, ni la belleza, ni la fama, ni la cantidad de followers o likes que tengas en tus redes sociales. Generalmente lo que te brinda regocijo duradero, se percibe sutil y estable, no sentirás explosiones descontroladas de felicidad; pero si una satisfacción mayor, profunda y por tiempo prolongado. Por ejemplo: tendrás relaciones positivas con la gente que te rodea, te adaptarás a las crisis, reaccionarás a los acontecimientos y afrontarás los problemas con madurez para salir adelante.
  2. La felicidad está dentro de ti, no la busques afuera, porque el día que no puedas conservar ese empleo, un cierto estilo de vida al que te has acostumbrado o esa pareja en quien depositaste todas tus expectativas, serás muy infeliz.
  3. ¡Eres el dueño de tu propia felicidad! No es fácil controlar lo que te sucede o lo que ocurre alrededor tuyo, pero sí puedes elegir como reaccionas ante ello.
  4. Aprende a ser feliz, aunque las cosas no resulten tan bien como esperabas. Acepta que los conflictos son una realidad y que, aunque existen días buenos y días malos, siempre puedes considerarte una persona feliz.
  5. Aprecia, todos los días, los momentos que te brindan bienestar o te hacen sentir en calma. Y agradece, no dejes de dar gracias, por todo lo bueno que te sucede.
  6. Disfruta las experiencias positivas y minimiza las malas. Permite que esos momentos, se transformen chispa que encienda una cadena de situaciones provechosas y prepárate para ser feliz.

Lo cierto es que todos podemos ser dichoso, solo depende de que tan dispuesto estés a trabajar ese aspecto de tu vida. Las personas somos arquitectos de nuestras propias emociones y podemos construir, una vida feliz con disciplina y amor.

Aprender a obtener pequeñas dosis diarias de felicidad, a reconocerlas y a valorar cuando las tienes. Entonces, te darás cuenta que en realidad eres más feliz de lo que solías pensar.

 

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