Tu sistema inmune lleva un récord de todos los gérmenes patógenos que han ocasionado alteraciones en tu salud; al identificarlos, es fácil defender de un segundo ataque. Está compuesto por diferentes batallones que incluyen glóbulos blancos, anticuerpos, sistema linfático, bazo, médula ósea y timo, de acuerdo con Mayo Clinic.
El consumo de ciertas vitaminas, puede fortalecer este sistema de defensa. Conócelas:
- Vitamina C: un poderoso antioxidante que protege las células del daño causado por los radicales libres ;también estimula el sistema inmunológico mediante la producción de glóbulos blancos.
Encuéntrala en: kiwi, coles de Bruselas, brócoli y pimientos verdes.
- Vitamina D: fundamental para el buen funcionamiento del sistema inmunitario; agiliza la producción de péptidos antimicrobianos que combaten las infecciones; lo mejor, facilita al cuerpo absorber mejor el calcio, esencial para fortalecer los huesos, de acuerdo con Harvard T.H. Chan.
Encuéntrala en bacalao, salmón y atún.
- Vitamina E: potente antioxidante que protege las células del daño causado por los radicales libres; estimula el sistema inmunológico al mejorar la actividad de los glóbulos blancos. Encuéntrala en: almendras, avellanas, semillas de girasol y piñones.
- Vitamina A: regula el sistema inmunitario, vital para el buen funcionamiento de los glóbulos blancos, optimiza el crecimiento y división de las células e incluso, es un guardián de la visión, según Harvard Medical School.
Encuéntrala en: melón, mango y zanahorias.
- Vitamina B6: ayuda al cuerpo a producir anticuerpos que combaten las infecciones, mejora la producción de glóbulos blancos y reduce el estrés, el cual también disminuye la efectividad del sistema inmune.
Encuéntrala en: leche, queso ricotta y huevos.
Es importante señalar que la mejor manera de obtener estas vitaminas es a través de una dieta sana y equilibrada. En algunos casos, los suplementos pueden ser necesarios, pero es esencial hablar con un profesional de la salud antes de tomar cualquier suplemento.