Se le asocia frecuentemente a un mejor desempeño del sistema inmune, lo cual disminuye el riesgo de sufrir enfermedades de las vías respiratorias; sin embargo, no es lo único que puede hacer por tu salud.
Conoce otras de sus actuaciones estelares:
- Ayuda a las articulaciones, gracias a que juega un papel preponderante en la producción de colágeno para optimizar su movilidad. Incluso destruye los radicales libres, responsables de la inflamación que suele ser enemiga del correcto desempeño de las articulaciones.
- Cuidan tus ojos, existe evidencia científica de que reduce las probabilidades de desarrollar cataratas o degeneración macular, producida con el paso de los años, según informes de American Optometric Association. Cabe destacar que su efecto antioxidante ayuda a mantener saludable y limpio el cristalino de los ojos.
- Mejora la absorción del hierro, que se convierte en soporte para la salud del metabolismo saludable, al transportar oxígeno. Es un aliado del sistema cardiovascular, por ello, se sugiere consumir alimentos que lo posean en conjunto, como añadir limón a la ensalada de espinacas.
- Protege el cerebro, ya que actúa como un escudo frente a los radicales, al combinarse con ellos y después abandona el cuerpo a través de los riñones. Al mismo tiempo mejora tu concentración al respaldar las funciones del sistema nervioso.
- Optimiza el estado de ánimo, ya que es esencial para la producción de ciertos neurotransmisores, como la dopamina y norepinefrina. Un estudio publicado por the Journal Antioxidants, encontró que las personas con altas concentraciones de vitamina C en la sangre, tenían un mejor estado de ánimo en general.
La vitamina C se encuentra en una gran variedad de alimentos naturales como el brócoli, naranjas, toronjas, jitomate, coles de Bruselas, coliflor, papas, uvas, guayabas y fresas