¿Sabías que el insomnio perturba a un 10% de la población en el mundo? Varios efectos adversos se desencadenan cuando el problema se vuelve crónico:
- Entorpece la memoria de trabajo, que es la encargada de procesar y almacenar información a corto plazo, indispensable para completar tareas, según un reciente estudio realizado por la Universidad de California en San Diego.
- Se reduce la materia gris del lóbulo frontal, que controla importantes procesos; en este caso causa déficits cognitivos en la atención.
- Altera la capacidad de generar soluciones, cuando aparece un problema imprevisto y en la memoria no verbal.
“Cuando no dormimos bien, se nota: nos sentimos más irritables, cuesta trabajo sentirnos motivados y podemos cometer errores importantes por descuidos. Esto se debe a que el sueño tiene diversas funciones, tales como conservar energía, promover la plasticidad cerebral, ayudar al cuerpo a reponerse a sí mismo, dado que funciones restaurativas como el crecimiento muscular, la reparación de tejidos, síntesis de proteínas y la liberación de la hormona del crecimiento ocurren mayormente durante el sueño”, informó la Dra. Gina Chapa Koloffon, doctora psiquiatra y paidopsiquiatra, adscrita al Departamento de Investigación Clínica, en el Hospital Infantil de México Federico Gómez y especialista en TILA.
Para mejorar tus hábitos y lograr un sueño profundo y reparador la Dra. Chapa sugiere:
- No realizar actividades físicas intensas en las últimas horas de la noche: como gimnasia o deportes.
● Evitar consumir alimentos que puedan interferir con el sueño: tabaco o bebidas con cafeína.
● Separar las comidas principales de las horas de sueño, para no intentar ir a la cama mientras aún se está llevando a cabo la digestión.
● Utilizar la habitación como un espacio de descanso. Lo ideal es no emplearla para leer, estudiar ni comer; pues de esta forma, el cerebro asociará la habitación con el descanso y al entrar en el dormitorio, los procesos cerebrales del sueño comenzarán a prepararse.
● En caso de no poder dormir en los primeros minutos, no realizar ninguna actividad que pueda causar desvelo, ni inquietarse: mantener una posición cómoda y relajada, los ojos cerrados y en silencio.
El reto es enorme, no cabe duda de que habrá altibajos en los patrones de sueño; sin embargo, TILA® espera que estos consejos te ayuden a dormir entre siete y ocho horas por noche, para que la mente y el cuerpo, puedan aprovechar los beneficios de un sueño reparador.