Es crucial para la salud mental, la reserva cognitiva es una de las capacidades del cerebro que le permite improvisar o encontrar formas alternativas, para realizar un trabajo, de acuerdo con Harvard Medical School. Es como un engranaje de un auto que facilita acelerar, detenerse ante los obstáculos y buscar soluciones para enfrentar los desafíos, gracias a los recursos.
En otras palabras, es una reserva de habilidades que forjarás a través de los años y disminuirá el riesgo de perder destrezas, que se presentan frecuentemente con la edad. Es como si tuvieras un fondo de ahorro que te permitirá subsistir en los días difíciles, tu caja fuerte es el cerebro.
Aliado contra degeneración cerebral
Los estudios científicos han encontrado en personas que poseen una mayor reserva cognitiva, se enfrentan mejor a los cambios cerebrales degenerativos asociados con la demencia, enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple e incluso accidentes cerebrovasculares.
La reserva cognitiva no únicamente será tu aliada cuando envejezcas, también logra que tu cerebro funcione mejor ante eventos inesperados de la vida como el estrés, cirugías y hasta toxinas del medio ambiente.
Cómo acumularla
Se ha detectado, a través de estudios, que las experiencias de toda la vida ayudan a desarrollar la reserva cognitiva. En este tipo de estudios ha encontrado que gracias a ciertas experiencias de vida, hay un menor deterioro cognitivo y hasta un 40% menos de probabilidades de sufrir la enfermedad del Alzheimer. En dichos estudios se ha seguido a personas desde la infancia y han identificado que las diferentes experiencias de vida, contribuyen a la reserva cognitiva de manera diferencial y aditiva.
Expertos sugieren que para el mantenimiento del cerebro, además de atravesar por las experiencias de vida, es vital realizar ejercicio para mantener la integridad del cerebro frente al envejecimiento. De acuerdo con un estudio publicado por Frontiers, las tareas creativas, como el uso de sinónimos para expresarse, es decir, inventar nuevas alternativas, generan una mayor reserva cognitiva e incluso, al emplear la memoria para usar palabras del vocabulario, optimizan las actividades de redes neuronales. Así que comienza a pensar fuera de la caja para incrementar tu reserva cognitiva.