Como siempre lo he dicho, la pandemia trajo cosas buenas también. Aprendimos que somos una pieza preciada que debe cuidar su engranaje para sentirte bien y estar sana.
Para lograrlo es esencial integrar hábitos saludables que te permitan tener un equilibrio que brinde bienestar. ¿Estás lista para comenzar?
- En movimiento, adiós al sedentarismo, no es necesario que el primer día vayas horas al gimnasio, recuerda que los hábitos se construyen poco a poco. Empieza con una rutina corta, saltar la cuerda, una clase de baile o alguna actividad que te guste hacer, incluso salir a dar un paseo en el parque cercano o trasladarte a pie o en bicicleta a la oficina o a tus reuniones puede ser una excelente forma de comenzar.
- Cuida tu alimentación, además de tomar suficiente agua, es importante que lleves una nutrición saludable y balanceada, lo que se convierte en un desafío pues puede ser complicado planear las compras, realizarlas y cocinar cada día. Existen opciones que te ofrecen deliciosos platillos hasta la puerta de tu casa, cómo Avocalía: un restaurante virtual que cuenta con ensaladas, bowls, jugos, smoothies y acompañamientos con ingredientes naturales y frescos que integran sabores exquisitos sin necesidad de agregar grasas ni azúcares extra ¡La idea no es solo comer natural, sino delicioso!
- Arriba la diversión, descansar y hacer actividades que te provocan placer y una sensación de bienestar es tan fundamental como cumplir con tus pendientes diarios. Identifica las cosas que te hacen sentir mejor: reunirte con tus amigos, leer un buen libro o ver tu serie favorita.
- Metas a corto plazo, que te llevarán a grandes La idea es que puedas obtener resultados visibles que te motiven a seguir avanzando. Inicia con 15 minutos para consentirte, continua pasando tiempo de calidad con la familia.
- Sueño de calidad, te permitirá empezar bien el día, el periodo de sueño ideal es de 7 a 8 horas para recuperar energía. Si te cuesta trabajo conciliar recuerda que es importante alejarse de las pantallas de dispositivos al menos una hora antes de acostarte para que tu cuerpo y mente se preparen para el descanso. También puedes intentar escuchar música tranquila, meditar o darte un baño caliente, ¡cualquier cosa que te haga sentir relajado!